Esta fragancia es un estallido de juventud y alegría, como la primera mañana de la primavera.
La historia arranca con una efervescencia dulce y ácida, la promesa de un día soleado. El Pomelo Rosado chispeante despierta los sentidos, inmediatamente endulzado por la pulpa aterciopelada y tentadora del Durazno Jugoso. El Petit Grain aporta un toque verde y optimista, equilibrando la dulzura con una limpieza fresca.
El corazón es un paseo por un jardín florido, un ramo radiante y femenino. La Rosa clásica y opulenta se mezcla con la suavidad ligeramente picante y romántica de la Peonía. El Azahar  inyecta una nota luminosa y sensual, elevando la composición con su pureza floral y nítida.
Finalmente, el perfume se posa sobre una base suave y acogedora, como la calidez de la piel al atardecer. El Ámbar aporta una profundidad dorada, mientras la Vainilla ofrece una dulzura reconfortante. Los Almizcles Blancos envuelven todo en un halo limpio y duradero. Es una fragancia que celebra la belleza alegre, dejando una estela radiante, tierna y deliciosamente adictiva.
 
Nariz: Eduardo Labra
Notas:
Salida: Pomelo Rosado, Durazno Jugoso, Petit Grain.
Media: Rosa, Peonia, Azahar.
Base: Ambar, Vainilla, Almizcles Blancos.