La historia de Peach Noir comienza con un secreto bajo el sol de la tarde. Un Durazno en su punto más álgido, tibio y dulce, cuyo aroma, acentuado por un toque de Limón brillante, es casi infantil. Pero esa frescura es solo el preludio de la noche.
Al caer la oscuridad, el perfume se transforma. La pulpa dorada se vuelve un corazón sensual y aterciopelado. El dulzor se entrelaza con la flor más seductora, el Jazmín Sambac, que florece con un magnetismo indomable, insinuando un deseo a flor de piel.
Pero es el fondo lo que le da el Noir a esta historia. El ambiente se oscurece con el humo ceremonial del Incienso y el misterio del Ládano. Un almizcle cálido y adictivo envuelve el durazno, dándole un final ambarado y profundo.
Peach Noir no es un perfume inocente. Es el rastro que queda tras un encuentro íntimo, la dualidad de la dulzura y la sombra. Es un fruto prohibido, mordido en silencio, que celebra la unión entre el deseo puro y la elegancia más oscura. Una fragancia que no se olvida, la huella de un secreto inconfesable.
 
Nariz: Guillermo Marin
Notas:
Salida: Durazno, Limon.
Media: Durazno, Jazmin Sambac, Flore Blancas.
Base: Durazno, Almizcle, Incienso, Labdano, Musgo de Roble.